De repente abres los ojos y te encuentras cruzando una calle muy lejos de tu hogar en el atardecer de noviembre, te percatas que vas a lado de otra persona agarrada de la mano y acompañada con otros compañeros que no son con los que has convivido durante 4 años de tu vida, en ese momento te das cuenta que todo ha cambiado en un abrir y cerrar de ojos.
A pesar de sentir esa nueva vibra, ese nuevo aire… hay algo que aún notas que sigue igual, incluso con todo ello… te sigues sintiendo sola, incluso más sola que antes.
No está la persona con la cual estuviste más de dos años conviviendo, no e